lunes, 20 de enero de 2014

CAPÍTULO 18

El resto del trayecto transcurre con risas, con mi prima emocionada y yo en completo silencio intentando idear una excusa que decirle a mi mejor amiga. Ahora el secreto será más difícil de esconder. Simplemente puedo omitir el detalle de que eran One Direction con los que nos hemos encontrado.

-Eh, Tom, ¿cuándo empezaremos a trabajar?- le pregunto a mi jefe.
-No tengas prisa, disfruta de las vacaciones que aún te quedan enana.- me dice el de rizos, a lo que yo respondo con un bufido.
-Entonces, ¿cuándo Tom?- reincido.
-Comenzaremos el 2 de septiembre pero te pasaré algunos e-mails con preparativos y planos para que te vayas organizando.- responde él.
-Perfecto.

Por fin llegamos a la puerta de mi casa y nos bajamos. Abbie se resiste a bajar mientras no deja de abrazar a esos cinco chicos. Yo tiro de su brazo y al final consigo que se suelte. Nos despedimos de todos los que están en el vehículo y en cuestión de segundos, la limusina ya ha desaparecido de allí. Mi prima se seca las lágrimas e intenta aparentar normalidad aunque lo hace a duras penas. Cuando me giro veo que mis cuatro amigos están en el jardín delantero y han visto como nos bajábamos de esa limusina. Mierda, pensaba que tendría un poco más de tiempo.

-¿Qué hacíais en una limusina?- pregunta mi amiga sorprendida.
-Nada.- respondo nerviosa.- Es que, ¿recuerdas el caos que había cuando Abbie salió corriendo?- ella asiente.- Bueno, pues se ve que era un actor joven muy famoso de aquí. Yo no tenía ni idea de quién era y Abbie dijo que no le gustaba ese actor.- mi prima asintió.
-¿Y por qué habéis vuelto el limusina?- pregunta mi amiga impacienta.
-Pues es que cuando fuimos a buscaros nos encontramos con mi jefe, Tom y él se ofreció a traernos hasta casa.- hago una breve pausa.- De hecho, le envié un whatsapp a Logan diciéndole que nos habíamos encontrado con Tom.
-Sí, sí, eso nos lo dijo.- dice mi amiga para acto seguido dejar un silencio incómodo.
-Y… bueno, ¿qué habéis hecho vosotros?- pregunto sonriendo.

Ella explica que han visitado Picadilly, Leicester Square y alrededores pero que tampoco les ha dado tiempo a visitar mucho. Pero eso es algo que podremos hacer las semanas siguientes. De hecho, es lo que hacemos las semanas antes de que ambas empiecen en la universidad y que yo empiece en el trabajo. En estas tres semanas no he visto a los cinco chicos, con lo cual mi prima tampoco. Noche tras noche, cuando mi amiga se iba a la cama, venía a mi habitación a suplicarme: “Por favor, necesito verlos otra vez. Queda con ellos, tienes sus números.” “No. Ya suficiente tendré que verlos en el trabajo, ya los verás entonces.” “Claro, tú estás cansada de sellos, pero yo los quiero y necesito verlos otra vez.” “Abbie, vete a dormir anda. Tú ni siquiera deberías saberlo y como sigas así, Noelia se enterará también y cuanta menos gente lo sepa mejor. Podría perder el trabajo si mucha gente se entera y tú no podrías verlos a hurutadillas. Así que venga, mejor que te acuestes.” “Está bien.” Así noche tras noche durante tres semanas. Entiendo que significa mucho para ella y que lo necesita, pero yo tampoco puedo arriesgarme a perder un trabajo tan importante. Por otro lado, tenía en mi cabeza esa carta que me habían metido en el bolso el día de la cena.
2 de septiembre a las 8 de la mañana. Llevo todo preparado en mi portátil para empezar con el trabajo con buen pie. Esa mañana me levanto radiante de felicidad, preparando el desayuno y tomándome las cosas con un poco más de calma. Vuelvo a subir al piso de arriba y despierto a mi prima y a mi amiga. Ellas remolonean un poco pero enseguida bajan y desayunan apaciblemente. Además de ser mi primer día de trabajo, es su primer día en la facultad, así que compartimos estado de ánimo.
-Bueno, ¿nerviosa por tu primer día de trabajo? -pregunta mi amiga. Yo niego pero inmediatamente asiento.- Lo sabía, algún día tendrías que estar nerviosa y dejar que las cosas escaparan un poco de control ¿no crees?- ríe. Yo también lo hago, es una de las veces que me permito reír.
Desde que murió mi padre las cosas han cambiado dentro de mí. No soy la misma desde entonces. Yo decidí ser la fuerte, la que no podía dejar escapar una lágrima, pero tampoco una sonrisa. Antes de que lo perdiéramos para siempre, solía ser la chica que hacía reír a todo el mundo, la que siempre lloraba porque no se avergonzaba de ello y no le daba miedo. Ahora es diferente, reprimo mis lágrimas por el simple hecho de parecer más fuerte delante de mis seres queridos aunque también porque tengo miedo de que si empiezo, tal vez no pueda parar nunca más.
Noto un chasquido y veo la mano de mi prima delante de mi cara. Seguramente me habré quedado embobada mirando a algún punto fijo de la habitación. Me levanto y recojo todo y ellas hacen lo mismo. Espero un rato a que se arreglan y después Logan nos lleva a todas. A ellas las deja en la Universidad y a mí en la empresa.
-¿Tú no vienes?- le pregunto sorprendida.
-No, yo no empiezo de momento. Recuerda que son prácticas y aún no habéis empezado con el proyecto así que empezaré cuando hayáis avanzado un poco.-sonríe.- No te preocupes, todo saldrá bien.- asiento y me despido de él.
Antes de entrar en el enorme edificio, me detengo y pienso en cómo voy a poder llevar todo esto adelante pero debo hacerlo. Miro hacia arriba y no consigo alcanzar el final del edificio con mis ojos, no de tan cerca. Finalmente entro y espero al ascensor para subir a mi planta, la 28. Por suerte no hay nadie esperando para subir y subo sola, pero en el último momento una mano abre las puertas del ascensor. “Mierda” susurro sin mirar a la persona que tengo al lado.
-Hola. ¿Helen no?- pregunta una voz masculina.
-Sí.- respondo sin levantar la mirada.
-Parece que vamos a la misma planta.- dice con una voz alegre. Cuando subo la mirada me encuentro con el chico de la banda, el rubio. Ni siquiera recuerdo su nombre pero él sonríe y parece adivinar lo que estoy pensando.- Soy Niall. La última vez que nos vimos no tuvimos la oportunidad de hablar, espero que ahora sí.
-¿Qué haces tú sólo? Pensaba que tú y los otros chicos nunca os separabais, como si fuerais lapas o algo parecido.- intento sonar amable pero fracaso en el intento. Pruebo de nuevo.- Quiero decir, sois inseparables ¿no es así?
-Si, así es. Pero también tenemos que estar un poco separados, sino no podríamos soportarnos los unos a los otros.- en ningún momento desaparece la sonrisa de su cara. En ese momento se oye una campanita y se abren las puertas del ascensor.- Creo que seguimos teniendo que ir al mismo sitio.
-En realidad, no sé a dónde tengo que ir. Sólo se que es la planta 28, pero por el resto estoy bastante perdida.- suspiro. Él agarra mi mano y yo inmediatamente me libero de la suya.- No... no hagas eso.- digo entrecortada.
-Sólo te cogía para guiarte, yo sé a donde debes ir.- me ofrece la mano y yo niego con la cabeza.- Bueno, entonces sígueme pero hay mucho movimiento y es probable que te pierdas.- su mano sigue extendida. Entonces la cojo y me pongo roja, él me sonríe al darse cuenta.- Debemos cooperar para que todo salga bien. Agarra bien tus cosas y no sueltes mi mano para ella.- asiento.
Empezamos a andar entre la multitud y no suelto ni un momento su mano. De hecho, creo que la agarro demasiado fuerte. Es agradable. Me hace sentirme segura y reconforta bastante. ¿Pero qué estás diciendo? Esto es sólo por negocios, no debo decir tonterías. De vez en cuando él mira hacia atrás y sonríe y a pesar de que yo intento no devolverle la sonrisa, creo que una de las veces se me olvida y se la devuelvo. Su sonrisa se ensancha y yo vuelvo a ponerme roja de nuevo. Y es entonces cuando llegamos al despacho de Tom.

domingo, 24 de noviembre de 2013

CAPÍTULO 17

-¡Buenos días dormilona!- esto es lo primero que escucho la mañana del 11 de agosto.- Venga, que ya son las 12 y hay muchas cosas que hacer.
-¿Cómo qué?- digo yo protestando.
-Muchas cosas, venga levanta.- dice mi prima Abbie tirándose encima de mí.
-Como sigas así, te mandaré de vuelta con tus padres.- digo amenazante mientras me froto los ojos y me levanto levemente. En ese instante veo la carta que anoche me negué a leer y la escondo disimuladamente para no recibir otro interrogatorio.- Venga vamos, ¿qué hay que hacer?- digo mientras empujo a mi prima de mi habitación.
-Pues tenemos que terminar de limpiar la casa y queríamos dar una vuelta por el centro de Londres.- sonríe suplicante.
-Está bien.- yo también le sonrío. Creo que es una de las pocas veces que he sonreído desde que he llegado. No es algo que me agrade precisamente. Siempre estoy cabreada y seria, le doy a todo demasiada importancia.

Bajamos las dos por las escaleras y lo primero que me encuentro es a mis tres vecinos allí metidos, y yo con esas pintas. De repente noto como la sangre sube hasta mis mejillas y salgo corriendo de allí. No me gusta que la gente me vea desarreglada, sólo con gente de la familia lo consiento. Aunque Luchi no es de mi familia, es como si lo fuera; para mí es como una hermana.
Empiezo a prepararme y cuando por fin tengo la ropa escogida veo la carta que antes había escondido debajo de la almohada. La abro lentamente. No sé por qué pero me pongo nerviosa. Busco el nombre y no lo encuentro por ninguna parte. Cuando empiezo a leer me doy cuenta de que la breve carta está en inglés, cosa que me parece rara viniendo de parte de Mikel, o eso creo yo:
“Hola, pequeña. Como ni siquiera me dejas acercarme para hablar contigo y poder conocerte mejor y que tú hagas lo mismo conmigo, no me ha quedado más remedio que escribirte esta breve carta. Probablemente no sepas quien soy, debes adivinarlo. Sé que eres una chica lista y finalmente acabarás deduciendo quien soy pero antes que nada he de decirte algunas cosas. Te acabo de conocer y mi corazón y mi corazón ya está palpitando demasiado fuerte por ti. Quizás pienses que es una locura, pero en estas pocas horas que he estado contigo has cambiado mi mundo. Sé que probablemente después me arrepienta de haberte enviado esto y ni siquiera sabré como sostenerte la mirada o dirigirte la palabra. No soy un chico atrevido y menos con las chicas como tú, aunque me he soltado demasiado en este tiempo. No tengo mucho más tiempo ni mucho más papel así que me despido. Espero que escribirte no haya sido un error aunque dicen que quien no arriesga no gana. Te veré pronto”.
¿Quién podía ser? Estaba claro que Mikel no había sido porque ni me escribiría en inglés, ni me acababa de conocer (de hecho me conocía demasiado bien), ni hubiera tenido el detalle de escribirme todo eso por carta, simplemente me habría acorralado como hacía siempre. No podía dejar de darle vueltas a lo que decía esa breve carta. Había conocido a demasiada gente ayer y no dejé acercarse a mí a casi nadie. Un golpe seco en la puerta de mi habitación hace que me sobresalte y guarde de inmediato la carta en el cajón con llave de mi mesilla.

-Helen, ¿piensas salir?- oigo como grita mi amiga Luchi al otro lado de la puerta.
-Sí, esperad un momento y ahora bajo.- respondo inmediatamente.

Oigo como baja los escalones y me dispongo a vestirme. Nada demasiado llamativo, unos vaqueros, una blusa de color azul celeste, unos botines negros y una chaqueta de cuero del mismo color. Me aliso un poco el pelo, me lavo la cara y me maquillo un poco, lo justo para estar presentable. Bajo corriendo las escaleras y allí están de nuevo mis amigos. Logan se ríe y yo le lanzo una mirada de odio.

-No te preocupes, tampoco estabas tan horrible como para salir despavorida. Es normal, ayer llegamos muy tarde. Te prometo que yo estaba peor.- me dice mi mejor amigo mientras imita la supuesta cara que tenía cuando se había levantado. Yo me limito a reír. Alza un poco la voz para dirigirse al resto.- Bueno, ¿nos vamos?
-¿Cómo? ¿A dónde vamos?- pregunto yo un poco extrañada.
-Pues a dar una vuelta por el centro de Londres como ya te he dicho antes.- responde Abbie.
-Tú me has dicho que íbamos a arreglar la casa y luego nos iríamos.- digo mirando a mi alrededor aunque no veo desorden alguno.
-La terminamos de limpiar esta mañana mientras tú dormías.- me dice reprochando.- Vaga.- después de decir esto se ríe. Yo también lo hago.

Todos nos montamos en el coche familiar de los Evans. Logan conduce, yo me siento en el asiento del copiloto, en los asientos del medio se sientan mi prima y mi amiga y detrás de todo los hermanos de Logan. Nos lleva un buen rato encontrar aparcamiento y damos una vuelta por los alrededores de Picadilly y Leicester. Todos hemos estado allí miles de veces pero Luchi queda anonadada con cada cosa que ve. Me recuerda a un niño pequeño que descubre todo por primera vez. Este pensamiento me hace sonreír. De repente vemos una multitud de chicas gritando y reunidas alrededor de algo que no logro ver.

-¿Qué hacen?- dice mi prima mientras sale corriendo.
-¡Abbie!- le grito.- ¡Vuelve aquí, no te separes!- pero ya es demasiado tarde y ya está perdida entre la multitud. Lo único que se me ocurre hacer es salir corriendo detrás de ella.
-¡Espera! ¡No vayas! ¡Te perderemos a ti también!- grita Logan mientras yo me voy corriendo.
-¡No importa! ¡Tengo que encontrarla! ¡Cuidad de mi amiga!- les digo mientras me voy alejando.

Una vez llego al grupo de chicas, me hago paso entre ellas buscando a mi prima y gritando su nombre. Cuando llego allí lo único que veo es a los chicos de One Direction y cruzo miradas con cada uno de ellos. Me reconocen pero sabemos que ninguno podemos decir nada. De repente mi prima sale de entre el grupo de chicas y se tira corriendo abrazando a Louis. Él le devuelve el abrazo y se ríe. Yo sigo mirándolos seria y cuando veo que es el momento, separo a mi prima del chico gritándole:

-¿Tú eres tonta? ¿Cómo se te ocurre salir corriendo y sin avisar? Si te pierdo, tu madre me mata, ¿lo sabes? Así lo único que vas a conseguir es que pierda mi confianza en ti. Anda, vámonos.
-Pero he conocido a mis ídolos y he podido abrazar a uno de ellos.- me dice sollozando. Ellos se limitan a mirar la escena mientras el resto de chicas siguen gritando. En ese momento aparecen entre el grupo un grupo de guardaespaldas y mi jefe Tom.
-¿Qué haces aquí Helen?- me dice mi jefe preocupado.
-Mi prima ha salido corriendo para ver a esta banda.- primero mira mi expresión de enfado y después la observa a ella sollozando.
-Venid conmigo.- nos dice él.
-Pero, mis amigos están allí y…
-Venid conmigo.- repite él interrumpiendo.

Lo seguimos rápidamente y nos metemos en la limusina. Abbie sigue llorando con la cabeza agachada mientras yo sigo con mi expresión de enfado a punto de explotar. En la limusina van con nosotros (Tom, Abbie y yo), los cinco chicos de la banda mientras los guardaespaldas alejan a todas las chicas para hacer que la limusina arranque.

-¿Qué ha pasado?- pregunta Tom seriamente.
-Estábamos dando un tranquilo paseo cuando de repente hemos visto un tumulto de chicas agitadas y gritando. Mi prima ha salido corriendo en junto de ellas y he tenido que salir corriendo detrás de ella porque yo soy la que me tengo que hacer responsable. Y justo, estaban los señoritos ahí. Sabía que traerían problemas, lo sabía.- digo mientras les miro enfadada.
-No es su culpa, Helen.- me dice Tom. Yo no aparto la vista de estos chicos. Los encuentro a todos cabizbajos menos a dos de ellos. Uno me mira apenado y otro completamente serio.- Ellos simplemente son famosos y las niñas salen corriendo detrás de ellos.
-Lo sé. Simplemente me da rabia que pueda pasarle algo a mi prima por culpa de algo así.- esta vez me dirijo a mi jefe.- Sí, tal vez sea demasiado sobreprotectora a pesar de la corta edad que tengo, pero la quiero y no quiero que le pase nada. Tal vez la hubiera perdido. Por suerte, la he encontrado y bueno…
-¿Por qué estamos aquí?- pregunta la pequeña y dulce voz de mi prima.- ¿Qué pasa? No lo entiendo. ¿Ya los conocías y no me los has presentado?- ellos ríen pero mi mirada de enfado hace que dejen de reír de inmediato.- ¿Sabes que son mis ídolos y no me los presentas?- abro la boca para gritarle pero Tom me interrumpe.
-No podía decirte nada. Juro que ella quería pero no podía. De hecho, no puedes saberlo y no puedes decirle nada a nadie. A nadie es a nadie. Mantén la boca cerrada o todo esto podría resultar un fracaso y podrías perder a tus ídolos como tú dices.- hace una breve pausa.- ¿Queda claro?- ella asiente.
-Pero, ¿ahora podré verlos más a menudo?- los chicos sonríen y Louis pone la mano sobre su rodilla.
-Claro que podrás, siempre que quieras. Tal vez así a tu prima se le quite ese mal genio que tengas porque tú no tendrás que volver a escapar.- ella asiente y sonríe pero a la vez empieza a llorar.


¿Por qué nadie entiende que tengo que ser seria? No puedo ser feliz, no después de todo lo que he sufrido. La manera de bloquear todo el dolor es afrontándolo y volviéndote dura, por eso tengo ese “mal genio” que todos dicen. Noto como una lágrima resbala por mi mejilla y rápidamente me la seco para que nadie me vea. No quiero que me vean llorar, sólo me haría parecer débil, pero ya lo han hecho. Cuando subo la cabeza para aparentar normalidad y fingir que todo está bien, me encuentro al rubio con la mirada clavada en mí. Me quedo mirándolo y él sigue sin apartar su mirada hasta que finalmente soy yo la que lo hago, notando como mis mejillas se calientan y probablemente se hayan vuelto de un color rosado. Él me sonríe y yo inconscientemente hago lo mismo aunque no quería. Simplemente, lo he hecho. 

miércoles, 30 de octubre de 2013

CAPÍTULO 16

-Dime, ¿qué opinas de estos chicos?- Tom hace que me sobresalte y que al mismo tiempo quite la sonrisa de mi cara.- Veo que estabas sonriendo.
-Bueno, me parecen un poco inmaduros y chulos. Eso no me hace gracia.- hago una breve pausa.- Pero parecen buenos chicos, así que solo tengo que aprender a enderezarlos.- Tom sonríe.
Salimos los dos de la sala y nos encontramos al resto de compañeros mirándonos expectantes. Me dirijo nuevamente hacia donde estaba antes, junto a mi amigo Logan y esa chica tan maja de antes, Anna. Me miran asombrados.
-¿Qué ha pasado?- me pregunta Logan.- ¿Has conocido a los famosos One Direction?
-Así es. Estaban en la sala de al lado y hemos estado hablando con ellos.- mi amigo me mira sonriente.- Pero de esto ni una palabra a las chicas.- con las chicas me refiero a mi prima y a mi mejor amiga.
-Está bien, está bien. Pero, qué pasada. ¿No estás nerviosa por empezar a trabajar con ellos?
-Pues a mí, personalmente, no me parece para tanto.- Anna me interrumpe justo antes de que yo empezara a hablar.- Son famosos, sí ¿y qué? En realidad son cinco chicos jóvenes que son los sexsimbols de la mayoría de enanas de 13 y 14 años. Serán muy guapos y todo lo que quieras, pero son cinco chicos normales.- yo me empiezo a reír.- ¿Qué pasa Helen?
-Nada, es que has plasmado justo lo que yo quería decir.
-Me parece que nos vamos a llevar bien tú y yo.- me dice ella mientras sonríe.
Pasamos el resto de la cena y riendo cuando los chicos salen y empiezan a cantar. Todos van corriendo a su lado y mi amiga Logan, Anna y yo nos quedamos sentados en la mesa observando desde lejos. Sinceramente, no me apetece moverme para ver a un grupo de chicos cantar. Tom me hace una señal para que me acerque a ellos. Aunque resignada, voy. Me vuelvo a sentir incómoda con la mirada del rubio en todo momento encima de mí.
 -¿Qué ocurre?
-Bueno, debes entablar relación con ellos y ya que han salido, puedes quedarte un rato hablando con ellos.- me sugiere Tom.
-Sí, deberíamos hablar Helen. Yo creo que nos llevaremos bien.- dice el rubio.
-Estoy bastante cansada.- digo mientras bostezo.- Además creo que Logan mañana madruga y él es el que me lleva de vuelta a casa.- le hago una señal a Logan para que se acerque.
-Nosotros te podemos acercar hasta casa. Sabes que tenemos los medios.
-No quiero, prefiero irme ya. Mi amigo me espera.- y así era, allí estaba mi amigo esperándome en la puerta.- Adiós.- sonrío y me voy.
Me muevo entre la multitud para llegar junto a Logan. Justo cuando estoy llegando noto como alguien mete algo en mi bolso pero no consigo distinguir quien ha sido. Me quedo quieta intentando localizar a la persona que lo ha hecho pero nada. Logan me saca de mis pensamientos:
-¿Estás lista? Si quieres nos vamos ya.- asiento.- ¿Qué ha ocurrido?
-Nada, querían que me quedara más tiempo para entablar una relación con ellos. Hipocresía, siempre está la hipocresía en todos lados. Todos sabemos que nunca podré ser amiga de esos chicos. No me gustan y yo no les gusto. Imagina que hubiéramos estudiado juntos. Simplemente no habría comunicación.- él asiente.- Gracias por salvarme.- le sonrío.
-No ha sido nada, para algo soy tu amigo.- me devuelve la sonrisa.- Pero eso de que tú no les gustas a ellos lo dudo. He visto como te miraban y no eran miradas de desprecio.
-Venga ya, simplemente intentan quedar bien con Tom. Tienen que quedar bien con todo el mundo. Son famosos, ¿qué esperabas?- pregunto resentida.
Logan hace un gesto de indiferencia y nos montamos en su coche. En seguida llegamos a casa. Me acompaña hasta la puerta. Las luces de mi casa están encendidas (mi prima y mi amiga deben de estar despiertas) mientras que las de la suya están apagadas. Se acerca a mí y me da un breve beso en los labios.
-¿Qué haces?- pregunto mientras me separo.
-¿No es esto lo qué quieres? ¿No quieres amor? Porque yo es lo que quiero, y te quiero.
-Estás confundido, simplemente eso. Sí quiero esto, pero no lo quiero a tu lado. Tú tampoco me quieres de esa manera. Claro que nos queremos, pero en este poco tiempo te has convertido en algo parecido a mi hermano, para nada algo diferente.- asiente arrepentido y decepcionado.- Anda, vete a casa. Encontrarás a esa chica, te lo prometo.- nos fundimos en un abrazo y se va.
Entro despacio en casa y me tiro en el sofá. ¿Dónde estarán las dos locas con las que tengo que convivir? Me quedo dormida pensando en todo lo que ha pasado esa noche. No puedo decirles que he conocido a One Direction y menos que voy a pasar tanto tiempo con ellos. Me despierto sobresaltada con mi prima Abbie encima.
-Dios, joder, que susto.- digo asustada.- ¿Tú eres tonta?- esta vez mi tono suena enfadado.- ¿Dónde estabais?
-Borde.- me dice ella lanzándome una mirada de odio.- Estábamos recogiendo arriba y ordenando todo un poco. Después nos hemos puesto a ver vídeos de One Direction.- las dos sonríen.- Son jodidamente perfectos, ojalá pudiera conocerlos algún día.- debe de notar mi mirada de soslayo porque me pregunta rápidamente.- ¿Qué pasa?
-Nada.- tardo en contestar.- No te preocupes, algún día los conoceréis. Las dos, lo sé y además os prometo que así será.
-Espero que así sea.- me dice mi amiga Luchi sonriendo.- Creo que es hora de que nos vayamos a dormir. Mañana ya nos contarás qué tal te ha ido la cena de trabajo. Debes de estar cansada y nosotras también lo estamos bastante.- dice mientras bosteza.
-Perfecto, prefiero contaros mañana, aunque no hay demasiado que deciros.- en realidad no les miento, simplemente no se lo puedo decir. Además, así me dará tiempo a fabricar una historia. Esto es tan difícil, ocultarle algo tan importante a dos de las personas que más quiero.- Mañana será otro día, vamos a dormir.
-Pero…- protesta mi prima Abbie.
-Nada. Hasta mañana.- y cierro la puerta de mi habitación.

Me cambió y me tumbo en la cama. Miro en mi bolso y encuentro un sobre en el que se puede leer “léeme”. Seguro que una vez ha sido Mikel, así que simplemente lo dejo en mi mesilla y apago la luz. No me interesa demasiado leer sus tonterías de siempre. Pongo en mi iPod el concierto para violín nº 9 de Beriot y me caigo en un sueño profundo.

miércoles, 2 de octubre de 2013

CAPÍTULO 15

-¿Así que la banda más famosa del planeta actualmente está en la habitación de al lado y no debo alterarme?- le pregunto a Tom incrédula.- Creo que me estás tomando el pelo.
-¿Pero no era que no eras ni fan ni nada?- me mira extrañado.
-No soy fan pero no me puedes dar esta noticia así de repente.- él asiente.- ¿Y saldrán ellos o nosotros pasaremos a la sala?
-Pues nosotros entraremos y nos presentaremos. Después pasarán el resto por turnos y cuando acaben de pasar todos mantendremos una larga conversación con ellos.- asiento. Tom alza un poco la voz para decir que nos vamos a retirar a hablar de negocios y que llamará a cada persona a continuación. Los dos nos levantamos y nos dirigimos hacia allí.
Entramos a la sala y no veo absolutamente nada. Todo está oscuro y no entiendo por qué. No me gusta esta situación, me entra claustrofobia al estar en un sitio que no conozco a oscuras. Tom me guía y me ayuda a sentarme. Una vez estamos los dos sentados se encienden todas las luces y aparecen los cinco chicos. Nunca me imaginé que fueran tan hermosos. Sus facciones encajan perfectamente, haciéndolos parecer dioses. Sacudo la cabeza levemente. ¿Pero qué estoy diciendo? Parece que el chico rubio se percata, ya que veo que me mira y se está riendo. Eso realmente me pone furiosa. Tom se levanta y yo imito a mi jefe.
-Hola, estamos encantados de conocerles. Es un gran placer poder trabajar juntos.- Tom siempre tan amable, serio pero amable. Yo simplemente me dedico a estar a su lado, saludándolos a todos.- Mi nombre es Tom, Tom Anderson.- me mira de reojo para que me presente después de que él le tiende la mano a cada uno de ellos.
-Mi nombre es Helen, Helen Díaz.- voy a darle la mano al primero de los chicos, el moreno pero él me da dos besos. Todos hacen lo mismo y me dicen sus nombres, notan que yo no los conozco mucho. Ellos son Zayn Malik, Harry Styles, Liam Payne, Louis Tomlinson y Niall Horan. Este último no deja de mirarme y me pone nerviosa.
Van pasando todos los empleados. Las reacciones son prácticamente las mismas que cuando Tom anunció que íbamos a trabajar con ellos. Ellos solo gastan bromas y se ríen, mientras que yo no quito mi cara seria. A pesar de que algunas cosas sí tienen gracia, sigo estando en temas laborales. El rubio se acerca a mí y me dice al oído.
-Quita esa cara mujer, puedes sonreír que no te va a pasar nada.- y me sonríe. Yo no soporto que me digan lo que debo hacer y lo fulmino con la mirada.
-Mira Niall, tenemos que trabajar juntos pero yo en el trabajo soy seria. No me gusta que me digan lo que tengo que hacer. No sabes cómo soy fuera, pero a pesar de todo, sigo en el trabajo. ¿Lo entiendes?
-Sólo era una broma. Pero si vamos a pasar tanto tiempo, debemos llevarnos bien ¿no crees?- se encoge de hombros y me dedica otra sonrisa mientras se aleja. Quizá si he sido un poco borde y él tenga razón.
Tom comienza a hablar sobre todo lo que debemos hacer y yo tomo nota sobre todo atentamente. Los cinco chicos me miran extrañados. No entiendo por qué, pensarán lo mismo que el rubio, que soy una engreída o algo así, aunque ellos no saben nada sobre mí. Oigo como Louis carraspea. Tom lo deja hablar, yo levanto la cabeza para mirarlo.
-Perdona, Helen. ¿Cuántos años tienes?- miro a Tom preguntándole si debo contestar. Éste asiente.
-Pues tengo 17 años. Este diciembre alcanzaré la mayoría de edad.- respondo amablemente.
-Y… ¿por qué te comportas cómo si tuvieras 50?- lo miro enfadada.- No me vayas a gritar ni nada por el estilo, por favor señorita.- todos ríen y yo me levanto indignada.
-Bueno, ya estoy harta. ¿Voy a tener que aguantar estas tonterías constantemente? Yo esto no lo soporto. No me comporto como si tuviera 50. Simplemente estoy en el trabajo. Me gusta mi trabajo al igual que a vosotros el vuestro. Si el vuestro es hacer el loco todo el día y no estar quietos ni un momento, muy bien. Pero yo creo que en mí trabajo debo tener seriedad y enterarme de cada cosa que se diga.- me siento y suspiro.
-Bueno, pero debemos llevarnos bien y nosotros no podemos estarnos quietos.- responde Harry.
-Pues si queréis que nos llevemos bien, dejaros de tonterías y concentraros porque yo voy a lo que voy. No soy una más de vuestras fans que os adoran por cada cosa que hacéis, ¿entendéis? Tampoco soy la típica chica de 17 años que por un chico guapo lo da todo y se derrite en seguida.- Tom me mira con los ojos como platos.
-¿Entonces somos guapos?- dice Zayn alzando las cejas.
-Dios, éstas son las tonterías que no aguanto ¿vale? Yo querría llevarme bien con vosotros, voy a pasar mucho tiempo a vuestro lado y me gustaría que fuera agradable.- miro hacia el suelo frustrada.
-Vamos a hacer una cosa ¿vale?- me dice Liam.- Tú no serás tan rígida ni nosotros tan cafres. Me parece un trato justo, ¿verdad chicos?- los mira a todos.
-Vale.- dicen ellos un poco a regañadientes.
-Bueno, un chico sensato entre la banda. Me alegro, contigo en un principio creo que sí me llevaré bien.- Liam me sonríe. Parece un buen chico, espero que el resto acaben comportándose como él. De repente me doy cuenta de que Tom estaba delante de todo esto y me dijo que fuera amable con los chicos.- Señor Anderson, lo siento mucho. No pretendía ser maleducada, sólo me han sacado un poco de quicio.
-No pasa nada, Helen. Llámame Tom, te lo repito.- sonríe.- Está bien que les des un poco de caña, por eso precisamente te elegí a ti para que estuvieras junto a ellos.- suspiro aliviada.- Sé que ella es pequeña que todos vosotros, pero estáis bajo sus órdenes cuando yo no esté ¿de acuerdo?- ellos asienten.
-No hay problema, Tom. Me gustan las chicas con carácter, son mucho más interesantes que el resto del género femenino.- después de decirle esto a Tom, Niall me mira con su media sonrisa. Yo noto como me pongo colorada pero en seguida lo controlo, no puede manejarme con su cara bonita, nadie puede manejarme.

Ellos se retiran y yo me quedo con mi jefe. Oigo como ellos hablan mientras se van y todos acosan al rubito. Cosas como “¿Te ha gustado esta chica?”, “Por fin te fijas en una irlandés”, “Anda, si nos ha salido gallito con la chica el enano este”. Oigo como todos se ríen y yo internamente también lo hago. Realmente creo que todos me caerán bien, sólo hay que apretarles un poco las tuercas.

domingo, 29 de septiembre de 2013

CAPÍTULO 14

10 de agosto de 2013. La semana ha pasado bastante rápido. Esta noche es la cena, estoy bastante nerviosa la verdad. Logan ha decidido aplazar la fiesta para el 31 de agosto, así no tendrá problemas para volver a organizarlo todo. Todavía es mediodía pero estoy bastante nerviosa y no sé por qué. Los dos estamos tirados en el jardín de mi casa mientras miramos las nubes. Creo que Logan también está bastante nervioso. Los otros cuatro están dentro viendo una película. Vuelvo a meterme en mis pensamientos, todavía no sé qué es lo que estoy haciendo aquí. Me refiero a que no sé cómo he acabado en Londres con mi mejor amiga. Es el sueño de toda chica pero es bastante raro, nunca lo hubiera imaginado. Cierro los ojos y respiro profundamente. Logan interrumpe mis pensamientos:
-¿Soy el único que está nervioso o tú también lo estás? Quiero decir, no sé por qué…-no lo dejo terminar.
-Por qué estás nervioso. Ya, yo tampoco. Pero bueno, simplemente es una cena de trabajo. No te preocupes, no nos separaremos una vez estemos allí dentro.- él asiente.
Se va y me dedico a prepararme. Me doy una larga ducha para relajarme y después me voy a mi habitación a vestirme. Iré con un sencillo vestido azul marino que me he comprado, pegado hasta la cadera y la falda tiene un ligero vuelo. Me pongo unos tacones negros con un bolso de mano a juego y me rizo levemente el pelo. Con el maquillaje tampoco me paso, no quiero ir llamando la atención. Hemos quedado a las 8 en la empresa, así que he quedado con Logan a las 7 en mi casa. Iremos los dos en su coche por si acaso no está tan cerca como Tom decía. Estoy media hora esperándolo y a las 7 está allí como un reloj. Nos quedamos un rato hablando y a las 7:15 salimos. Llegamos más pronto que el resto. Tan sólo son las 7:45 así que nos quedamos 15 minutos en el coche hablando. De repente oigo unos golpecitos en mi ventana. No puede ser, el que faltaba. Mikel ya está molestando, como siempre.
-¿Ese es tu exnovio?- me pregunta Logan. Asiento.- Espera, bajo yo antes y voy a abrirte la puerta, a ver si así lo intimidamos un poco.- se ríe y se pone serio justo antes de salir. Da toda la vuelta alrededor del coche y se topa con Mikel esperando en la ventana. Cuando ve a Logan, lo mira con cara de pocos amigos y observa como este se dedica a abrir la puerta.
-¿Me permites?- Mikel se aparta y Logan me abre la puerta.
-¿Tú quién cojones eres?- le pregunta. Acto seguido se dirige a mí.- ¿No era que no tenías la cabeza para relaciones?
-No le hables así. Se llama Logan y es mi amigo. No tengo que darte explicaciones de nada, así que si me haces el favor no molestes en toda la noche.- Mikel desaparece y Logan sonríe.
-Objetivo conseguido, ¿no?- asiento.- Espero que no moleste más en toda la noche.
Nos acercamos al resto de gente y vamos a donde está Tom. Es la persona en la que más confío de toda la empresa, así que no pienso separarme de él. Se ha convertido en algo parecido a un padre para mí. Nos dirigimos al restaurante andando, Tom tenía razón y no está demasiado lejos. Entramos en un reservado para mayor intimidad, probablemente vaya a anunciar algo sobre el proyecto.
Logan y yo nos pasamos la cena hablando la noche con Tom y con una chica que va a trabajar conmigo. Ella se llama Anna y nos ha dicho que tiene 22 años. Empezó el año pasado a trabajar y es una de las mejores en su ámbito. Es morena de ojos marrones, poco habitual para una inglesa, pero destaca entre el resto. Oigo unos tintineos en una copa. Viene de mi izquierda, Tom se ha puesto de pie. Creo que va a anunciar algo.
-Bueno, algunos ya lo sabéis, pero he de anunciar algo importante.- Se puede notar la tensión con el silencio que se produce de repente.- Vamos a trabajar con una banda británica del momento.- Tom vuelve a hacer una pausa.- No podéis decir nada a ningún familiar o conocido, es totalmente secreto.- Vuelve a hacer una pausa. Miro a mi alrededor y están todos demasiado nerviosos.- Vamos a trabajar con One Direction.- entonces oigo como empiezan algunos a gritar, otros a hablar sin parar, algunos se quedan sin hacer nada y otros empiezan a reírse como si entraran en una crisis paranoica. ¿Tan importante es trabajar con One Direction? ¿Tanta emoción por unos simples chicos? Me dedico a prestar atención a diferentes conversaciones. Primero oigo a unas chicas uno o dos años mayores que yo decir que se van a ligar a esos chicos. Lo único que se me ocurre es reírme estrepitosamente. Después escucho a dos chicos jóvenes que quieren hacerse amigos de ellos, que así triunfarían en la vida. Y conversaciones similares por todos lados. Miro a Tom y veo que está frunciendo el ceño.
-Perdona, pero, ¿tenías que decirlo aquí? ¿No podrías haber esperado y decírselo uno a uno? No creo que esta gente le caiga muy bien a esos cinco chicos.- Tom me mira extrañado.- Unas quieren algo con ellos, otros quieren que los lleven a lo más alto, otros quieren quedar con ellos alguna tarde y presentárselos a sus hermanas o a sus hijas. Y eso que habías dicho que no se podía decir nada.- Tom asiente y vuelve a levantarse.
-No todos tendréis contacto con ellos, sólo unos pocos.- todos lo miran decepcionado.- Entre ellos estoy yo, Helen, Mikel, Anna, Logan, Mark y Rachel. Los tres últimos chicos son los ayudantes de cada uno, respectivamente (yo no tengo ayudante ya que yo simplemente soy el director). Así que no os emocionéis y no tratéis mal a estos chicos. Nada de conveniencias, nada de acosos, nada de contarle nada a nadie.- Toda la sala se queda en silencio, Tom se siente y se dirige a mí.- Es que se me olvidó comentar ese pequeño detalle.
-Pues menos mal. Sólo espero que esto no cause tanto revuelo cuando lleguen ellos. Ni que fueran de oro.- suspiro.
-Lo son. Pero eso no es todo. Si se ha armado esto sólo cuando se lo he dicho, no sé qué harán cuando los vean, y los van a ver pronto. Pero sólo ver, la conversación la tendremos nosotros.- lo miro extrañada.
-¿Cómo que los van a ver pronto? Eso no me lo habías comentado.- acelero mi respiración mientras espero ansiosa su respuesta.

-No digas nada ni te alteres, pero los chicos están en la habitación de al lado.- abro la boca. No podía creer lo que estaba escuchando.

domingo, 22 de septiembre de 2013

CAPÍTULO 13

5 de agosto de 2013. Son las 10 de la mañana. Me levanto y preparo un desayuno con lo poco que hay por casa. Tres vasos de zumo, tres vasos de leche y unas pocas galletas. Ellas aún siguen durmiendo, así que decido ir a despertarlas. Pero antes de ir a llamarlas, mi móvil empieza a sonar. No conozco el número así que no contesto. Mi prima Abbie baja tambaleando por las escaleras y frotándose los ojos.
-Buenos días, Hell. Has preparado desayuno. Qué buena prima eres.- sonríe como puede con la cara de zombie que lleva y yo me río.
-Te he dicho mil veces que sólo mi madre me puede llamar Hell. Y anda, lávate la cara un poco que pareces una muerta viviente.- vuelvo a reír. Ella me echa una mirada de odio.
-Al final te acabará todo el mundo llamando así.- asiento resignada.
Mi móvil vuelve a sonar. Qué raro, no suelo tener llamadas. Del mismo número. Decido ignorarlo otra vez. Dejo el móvil y subo a despertar a mi amiga Luchi. Subo y me la encuentro tirada en la cama del revés con el edredón en la cabeza y la almohada en los pies. No puedo evitar reírme, y ella aún así seguía en la misma posición. Le quité el edredón de la cabeza y cuando hice esto, se asustó y se calló de la cama.
-Ay, me has despertado.- dijo a duras penas y siguió durmiendo en el suelo.
-Anda, levanta ya.
Bajé, me senté con mi prima en la mesa y la esperamos. A los 2 minutos ya estaba abajo haciendo lo mismo que había hecho mi prima. Supongo que yo habría actuado de la misma manera. Mi teléfono vuelve a sonar. Ya me estoy hartando del puto número.
-Te han llamado cuando estabas despertando a Noelia.- la mira suspirando.- ¿Quién es?
-La verdad es que no lo sé, pero no pienso coger. No sé por qué coño tiene mi número, ni me importa.- hago una breve pausa.- Bueno, ¿desayunamos?
Pasamos el resto del desayuno entre anécdotas y risas. El teléfono sonó otras dos veces más, así que decidí ponerlo en silencio. Cuando acabamos, limpiamos lo que hemos manchado y nos ponemos algo de ropa cómoda, hay que seguir con la tarea que dejamos ayer a medias. Cuando empezamos, los tres hermanos aparecen por la puerta de atrás. Ellas se ruborizan y yo, bueno, yo simplemente sigo limpiando. No estoy para tonterías. Voy a la cocina para conectar mi iPhone a los altavoces y poner algo de música. Hoy me toca a mí y pongo McFly. A los chicos también les gusta McFly. Vaya, parece que les gusta de todo un poco. Cuando me giro me encuentro con Logan otra vez.
-Hola.- saluda sonriente.- Mira, quería preguntarte si después de todo este lío de arreglar tu casa, bueno, si querrías quedar.- me quedo quieta unos instantes.- ¿Qué me dices?
-Si no quieres nada conmigo sí. Me refiero, si solo quieres ser mi amigo, me parece bien. No quiero meterme en ninguna relación ahora, veo cosas más importantes, como mi nuevo trabajo.- parece un poco decepcionado.
-Bueno, sí quería algo contigo. Pero bueno, no me importa ser tu amigo. Así que podemos quedar como amigos.- sonríe y sigue ayudándome a limpiar.
Al ser seis en seguida terminamos de limpiarlo todo. Mi móvil vuelve a sonar. Ya me he cansado, tengo como 30 llamadas del mismo número. Esta vez decido cogerlo. Contesto un poco borde:
-¿Quién es?
-Hola mi amor, te echaba de menos.- no puede ser, no lo tenía que haber cogido.- Supongo que reconoces mi voz. Y  si no lo haces pues bueno, soy Mikel. ¿Me has echado de menos tú también?
-No, ¿qué quieres?
-Sé que sí aunque no lo digas.  Y quiero que tú, yo, esta tarde, paso a recogerte, tú eliges el sitio. ¿Qué me dices?
-Te digo que no, deja de insistir. Me tienes harta, no te quedes en el pasado. Avanza, hay más mujeres en el punto, creo que ya tienes una obsesión, tío.
-Antes no eras así. Antes me querías. Para mí no hay nadie más que tú. Y bueno, si no quieres quedar no hay problema. Pero el sábado no podrás huir de mí tan fácilmente. Tenlo por seguro. Te seguiré queriendo siempre.
-Vale, adiós.- y le cuelgo. Dejo el móvil y suspiro.
-¿Quién era?- me había olvidado de que Logan estaba allí.- ¿Alguien te está molestando? Puedo ayudarte si quieres.
-No, no pasa nada. Era mi exnovio. No me deja en paz, quiere que volvamos juntos pero yo no quiero. Ya no le quiero y encima no quiero empezar una relación ahora mismo.- me detengo un segundo, si Logan hace las prácticas en mi empresa, tal vez pueda ir a la cena y así no me quedaría sola con Mikel en ningún momento.- ¿A ti te han dicho algo de una cena de la empresa? ¿Dónde haces las prácticas?
-Sí, algo me han dicho, pero no sé si puedo ir o no.
-Lo averiguaremos en unos instantes.-cojo el teléfono y me dispongo a llamar a mi jefe.
-¿Qué haces?
-Shhh, calla.- un bip, dos bips, tres bips. Por fin lo coge.- Hola, Tom, soy Helen. Mira, mi vecino resulta que va a hacer las prácticas en la empresa y me preguntaba si él también podría ir a la cena, ya que tampoco conoce a nadie, sólo que no sé si trabaja en nuestro proyecto.
-Un momento. ¿Cómo se llama?
-Logan…- tapo el micrófono de mi móvil un momento.- ¿Cómo te apellidas?
-Evans.
-Se llama Logan Evans. ¿Puede venir o no?
-Sí puede, hará las prácticas con nosotros, así que no veo ningún inconveniente. Entonces, ¿apunto a dos más? Me agradaría mucho que vinierais.- vuelvo a tapar el micrófono.
-¿Te apetece venir?- le pregunto a Logan Él asiente.- Allí nos verás. ¿A qué hora sería?
-Perfecto. Hemos decidido quedar en la puerta de la empresa y desde allí ir hasta el restaurante. Vamos a ir al que vamos todos los años. Se llama Taro y está en Soho, así que no está muy lejos. Iremos andando hasta allí o cada uno en sus respectivos coches. ¿Entonces, nos vemos allí?
-Perfecto, allí estaremos. Adiós.- él también se despide y cuelgo. Ahora me dirijo a Jake.- Bueno, ya no iremos tan solos a la cena.- él sonríe.- Me has salvado el pellejo la verdad, no quedarme en ningún momento a solas con mi ex, aunque se va a enfadar un poco al verte allí conmigo, se va a pensar lo que no es.
-Que piense lo que no es, nosotros tan solo somos amigos. Y creo que seremos muy buenos amigos. Así que no te preocupes, tú no te separes de mí y ese pesado no te molestará en ningún momento.- sonrío y asiento. La verdad es que Logan me cae muy bien, es un buen tipo y se ha tomado bien que no quiera nada con él. Ahora no estaré tan sola en el trabajo.
-Espera un momento.- me detengo y lo miro extrañada.- Ahora tendré que aplazar mi fiesta o no ir a la cena.
-Yo ahora no le puedo decir al jefe que no vas a ir, sería bastante metedura de pata.
-Lo sé. Ya veré como me las apaño, quizá la aplace y si no, dejaré que estos dos se encarguen, aunque no me fío mucho de ellos. Son bastante cafres.

Salimos al jardín y nos ponemos a arrancar malas hierbas con el resto, es lo único que queda y por fin terminaremos. Nos tiramos en el campo y nos quedamos observando las nubes, riendo como un gran grupo de amigos que se conocen de toda la vida, aunque tan sólo hemos estado juntos dos días, pero me da la sensación de que vamos a tener algo grande.

jueves, 19 de septiembre de 2013

CAPÍTULO 12

Cuando Logan se va, paso adentro con Luchi y Abbie. Las dos me observan con una mirada cotilla que tan característica es tanto en la una como en la otra. Quieren que les cuente todo al detalle, como siempre.
-Se llama Logan, es uno de los gemelos y es muy amable. Esta tarde vienen él y sus hermanos a ayudarnos a recoger, así que vamos a comer que nos queda una tarde movidita.- las dos se quedan con la boca abierta.- ¿Qué? ¿Algo más?
-¿Cómo que si algo más?- pregunta Luchi asombrada.- Tú ya te has ligado al vecino y te parece que si algo más. ¿Cómo cojones lo haces? Con Mikel hiciste igual, en seguida lo tenías comiendo de tu mano, y era un chico reñido en tu facultad. Explícame, ¿cuál es el truco?
-¿Quién es Mikel?- pregunta de repente mi prima. Le lanzo una mirada fulminante a Luchi. - ¿Qué truco? ¿Cómo que en seguida comiendo de tu mano? ¿Qué me he perdido?
-A ver, Abbie, tranquilízate y déjate las preguntas. No me gusta el vecino, no lo voy a tener comiendo de mi mano. Eso es lo primero. Segundo, no hay ningún truco de nada. Tercero, Mikel es mi exnovio el cual ha venido a Londres conmigo a trabajar, cosa que no me apetece  nada en el mundo. ¿Algo más?- las dos se callan.- ¿No? Pues vamos a pedir algo para comer que no hay nada. Marie, a tu elección.- y Marie elige pizza.
Nos pasamos hablando un buen rato hasta que traen la pizza. Luchi paga y nos ponemos a comer después de haber limpiado un poco la mesa y las sillas. Se nos pasa volando pero ya ha pasado una hora y media y los chicos ya están en el jardín esperándonos.
-¡Helen!- oigo que Logan grita llamándome.
-¡Ya vamos, espera que recoja los restos de la comida!
-Uuuuh, tu novio.- susurran las dos a la vez y acto seguido chocan sus manos.
-De verdad que a veces parecéis niñas pequeñas, en serio. Aquí no se pueden hacer amistades, y más siendo los vecinos. Que además, os he hecho un favor. 
Salimos y nos encontramos a los tres chicos preparados para la faena. El gemelo de Logan es exactamente igual que él, sólo que este tiene un piercing en el labio y Logan lo tiene en la nariz. Además, su gemelo tiene un pequeño lunar justo al lado del ojo derecho.
-Hola chicas. Yo soy Logan, y estos son mis hermanos Luke- señala a su gemelo.- y Jake.- y señala al más pequeño. Este es rubio de ojos azules verdosos, a diferencia de sus hermanos. Los tres saludan.
-Bueno, yo soy Helen y ellas son mi prima Abigail y mi amiga Noelia.
-Luchi para los amigos.- añade ella.- O sea, me podéis llamar Luchi si queréis.- los tres hermanos ríen.
-Bueno, antes de nada, gracias por la ayuda.- hago una breve pausa para suspirar viendo todo el trabajo que tenemos por delante.- Y bueno, manos a la obra.
Empezamos por el jardín y tenemos la música bastante alta. Como no, las dos han querido poner One Direction. Lo que me asombra es que los chicos también se saben bastantes canciones. Nunca pensé que vería eso. Por lo menos en España no pasaría. Cuando terminamos con el jardín, pasamos al piso de abajo y empezamos a limpiar la cocina y el salón. Yo me voy con Logan a la cocina, y los otros cuatro limpian el salón. Justo en ese momento me llaman al móvil. Bajo la música un poco. Es Tom.
-Helen, hola.- parece feliz cuando me saluda.
-Hola Tom, ¿qué tal? Supongo que me llamarás para algo del trabajo.
-Pues bien, gracias. Sí, te llamo para decirte cuando vamos a empezar.
-¿Y bien?
-Pues tienes que estar aquí a partir del día 12, tenemos que empezar a poner todo el proyecto en marcha. Pero quería avisarte de que hay una cena antes del grupo de trabajo, para conocernos todos un poco. Es el sábado 10. No hemos elegido aún el sitio, pero ya nos pondremos de acuerdo. Entonces, ¿qué me dices?
-Todavía no lo sé, te avisaré ¿vale? Y me parece estupendo que empecemos el 12 pero,- hago una breve pausa y susurro.- ¿es para organizar el proyecto o para y llevarlo a cabo?
-Es para organizarlo aún.- ríe.- Veo que susurras y que suenan ellos por ahí. Vaya, debes estar con tu amiga la que se vino contigo que le gustaban tanto.
-¡Bingo! Ha dado en el clavo. Pero también está mi prima Abigail que es una gran fan. De verdad, es una gran gran gran fan.- recalco el gran en sentido de que es muy pesada con ellos. Él ríe.
-Bueno, ya me llamarás. Espero noticias tuyas. Hasta luego.
-Te llamaré. Chao.- y cuelgo el teléfono. Cuando me giro, veo a Logan en frente de mí. Pego un bote del susto que me mete.
-¡Joder, qué susto!
-¿Con quién hablabas? Debía ser importante si hablabas susurrando.- sonríe.
-Era mi jefe.- me detengo. Pero, ¿a ti qué te importa a todo esto?- él cambia su cara.- Perdón, no pretendía ser borde, sino que me refiero que nos acabamos de conocer, no debería ser importante.- le sonrío intentando remediar el daño. Parece que ha dado resultado.
-No, si tienes razón.- coge un trapo y me tiende a mí otro.- Toma, hay mucho trabajo por hacer.- asiento.
Pasamos el resto de la tarde limpiando toda la casa. Hemos conseguido limpiar y desempaquetar las cosas en todo el piso de abajo y limpiar todo el piso de arriba. La verdad es que hemos hecho un buen trabajo en tan sólo 4 horas teniendo en cuenta lo grande que es mi casa. Los chicos se van agotados al igual que nosotras. Antes de irse Logan se gira.
-Por cierto, el sábado hay una fiesta en mi casa. ¿Os apuntáis?- Abbie y Luchi asienten al instante.
-Lo siento chicos, yo no puedo. Cena de presentación para el trabajo. En otra ocasión no me la pierdo pero esta es importante.- Logan me mira con cara de cachorrito y se va.
Las dos me miran. Una por cada lado de mi cabeza. Cada vez se acercan más yo sonríen más. No es una sonrisa cualquiera, es una sonrisa diabólica. Las miro haciendo una mueca.
-Le gustas a Logan. En serio, le gustas mucho a ese chico y sólo lo acabas de conocer. ¿Cómo lo haces?- me pregunta Luchi.
-Ataca. Está muy bueno. Yo atacaría prima, ataca. Que este cae de vez. Bueno, ya ha caído.- y levanta las cejas rápidamente. Me hace gracia como lo hace así que me río.
-Dejarme. No voy a atacar. Atacar vosotras. No estoy para chicos ahora. Ya tengo bastante con Mikel en el trabajo siempre revoloteando, para tener que preocuparme de otro. Sí hombre.

Al oír mi comentario se sientan en el sofá de brazos cruzados como expresando que están enfadadas. Quizás últimamente estoy siendo un poco borde y yo no soy así, así que decido coger un cojín y comienzo a pegarles con él. Las dos se ríen y me imitan. Al rato vamos a dormir, estamos agotadas y ya tendremos tiempo para estar despiertas toda la noche. Pero hoy no es ese día.

martes, 17 de septiembre de 2013

CAPÍTULO 11

2 de agosto de 2013. Las 11 de la mañana. La música me ha despertado. La jodida Luchi se ha puesto a poner a sus ídolos a todo volumen y encima el puto Sol me molesta en toda la cara. Pues nada, a levantarse se ha dicho. Es nuestro primer día en el Intercontinental y bueno, hay que aprovechar esos dos días en el lujoso hotel.
-¿Qué te parece si nos preparamos, bajamos a desayunar y después al Spa?
-¿Me has leído la mente o algo?- le respondo yo riendo.
Así hacemos.  En poco tiempo estamos listas y bajamos. Sirven un desayuno completísimo, con todo lo que puedas imaginar. Me sentía en un paraíso de comida. Una vez terminamos de desayunar, subimos para cambiarnos e ir al Spa. Así pasamos el primer día y bueno, el segundo también. Teníamos que aprovechar los dos días que teníamos allí.
El 4 de agosto nos vamos pronto del hotel, concretamente a las 9. Tenemos que llegar lo antes posible a mi casa que se encuentra en Russell Square, lo cual nos viene muy bien a las dos, ya que la Universidad está a 5 minutos andando de nuestra casa y mi empresa a 8 minutos andando también. Tom queda en que me llamará, ya que no sabe cuando nos pondremos a trabajar. Me despido de todos mis compañeros y nos vamos en taxi hasta mi casa con todas nuestras maletas encima. Echaba de menos ir en el asiento de conductor pero de copiloto, siempre me ha resultado muy gracioso.
Cuando llegamos por fin a la casa, está allí esperándonos mi prima Abigail con una extensa sonrisa. Abbie no es una inglesa habitual, ya que es muy morena, tiene el pelo rizo y oscuro y los ojos marrones. Se lo suele alisar porque no le gusta llevarlo rizo. Siempre ha resaltado allí por eso, pero también tiene ascendencia española. Es muy alegre y siempre está sonriendo. Ella tan solo tiene 16 años y empezará la universidad dentro de poco. Tal vez le pueda ayudar a Luchi a orientarse.
-¡Abbie!- le sonrío y le doy dos besos.- Tan guapa como siempre.- Vamos adentro y hablamos, pero primero ayúdanos a desempaquetar ¿vale?- hago una breve pausa y no dejo que ella conteste.- Bueno, esta es mi amiga Noelia, Luchi para los amigos. Luchi, ella es mi prima Abigail.
Ambas se saludan y hacemos varias tandas a la casa para dejarlo todo. Cuando por fin terminamos, el camión de mudanza que había llegado antes que nuestro taxi se va y nos sentamos en tres sillas que hay en mi casa. La verdad es que tenemos mucho trabajo por hacer. Está todo lleno de plásticos y telas para cubrir todo, y encima está todo lleno de polvo. Marie ha traído café y unas pastas, así que nos sentamos a charlar.
-Jo, qué mayor estás. Cuéntame lo que has hecho durante este tiempo y qué piensas hacer ahora.- le digo.
-Bueno, pues acabé el instituto y ahora empiezo la universidad. Este último año he estado con un chico. Se llamaba Bill, pero cortamos porque él se va de Londres y no creemos que la relación funcione a distancia. Ahora voy a estudiar en la London University arte y diseño y empiezo el 1 de septiembre, como el resto de carreras.
-Yo también voy a ir a esa Universidad. Pero yo estudio ley y política. Vamos, lo que viene siendo derecho de toda la vida en España. Pero me hace ilusión, así por lo menos ya no iré sola.- mi amiga Luchi se ríe. Nosotras reímos también.
-Y bueno, ¿qué hay de los pesados señores Montgomery? ¿Siguen en la casa de al lado? Porque no me hace ninguna gracia.- pregunto yo con un gesto de asco.
-Para nada. Se fueron de la ciudad y ahora hay una familia. Tienen tres hijos: dos gemelos de 19 años y 1 de 16 años. He de añadir que ¡son jodidamente perfectos!- exclama mi prima.
-Bueno, habrá que echar un vistazo.- me río.- Pero cuando estas pintas mejoren un poco y tengamos más arreglada la casa.- me levanto y enciendo la radio para ver qué ponen. Entonces las dos chillan.
-¡Joder! ¿Qué pasa? Sólo es una canción, eh.- me quejo yo.
-¡Son One Direction! ¡Es Rock me!- exclaman las dos la vez.
Ya están las putas pesadas del grupito este que me toca conocer. ¿Cómo se tomarán ellas que yo los vaya a conocer y ellas aquí gritando porque los escuchan en la radio? Esto es flipante. Se tiran un buen rato hablando de conciertos y de una película documental que van a sacar. Que el 20 es el preestreno y tonterías varias. Yo paso y me pongo a desempaquetar un rato y a limpiar un poco. Me asomo al jardín. Joder, tengo que cortar la hierba que parece que tenemos una selva aquí. También es normal, llevamos dos años sin estar aquí. Pero bueno, siempre me ha entretenido cortar la hierba con el cortacésped, es divertido. Bueno, por lo menos ya he limpiado la cocina y el salón. Ellas están viendo un DVD en el portátil de Luchi de esos chicos que tanto les gustan. Es de un concierto o algo parecido. Como veo que siguen hablando de ellos, me doy una ducha y decido salir a cortar el césped. Cuando estoy en el cortacésped cantando ‘Smile’ de McFly a todo pulmón, aparece un chico observándome. Yo me callo de repente.
-Así que tú eres la nueva vecina.- me dijo el chico sonriendo. Era alto, moreno y de ojos azules. La verdad es que sí que era guapo como mi prima me dijo. Supongo que sería uno de los gemelos.- Encantado, yo soy Logan ¿y tú cómo te llamas?- yo me bajé de la máquina de cortacésped y me acerqué.
-Bueno, aquí el nuevo vecino eres tú, porque estás en la antigua casa de los señores Montgomery.- reí- Y mi nombre es Helen.- a continuación le sonreí.
-La señorita se cree que no es la vecina nueva ¿no? Bueno, para mí si lo eres porque no te ha visto antes por aquí.- se ríe muy fuerte. Parece un chico majo, creo que me caerá bien.- Si quieres paso y te ayudo con el jardín, que veo que tienes un gran trabajo.
-La verdad es que sí tengo un gran trabajo, así que pasa. Por cierto, ¿tú a que te dedicas?
-Dentro de poco empezaré un año de prácticas en una empresa de publicidad y lleva grupos de música y cosas así que está a unos 10 minutos de aquí, es mi último año de universidad.
-¿De verdad? ¿A tan sólo 10 minutos? ¿Y dices que es de publicidad y música?- él asiente.- Pues es la empresa en la que me han contratado.
-¡Qué bien! Si nos coinciden los horarios podemos ir juntos hasta allí. Me da la sensación de que nos vamos a llevar muy bien.- sonríe.
-¡Logan! ¡Ven para adentro que vamos a comer!

-Lo siento, me tengo que ir. Por la tarde vengo y te ayudo. Me puedo traer a mis dos hermanos para que nos ayuden también si quieres. Soy muy convincente.- la mujer vuelve a gritar su nombre y él pone una mueca.- ¡Mamá, ya voy! Bueno, luego nos vemos.- Logan se acerca para darme dos besos y nos despedimos. Verdaderamente creo que me caerá muy bien.

domingo, 15 de septiembre de 2013

CAPÍTULO 10

Por fin estamos en Heathrow. Luchi alucina cada vez que mira a algún sitio. Yo, obviamente no. Son incontables las veces que he estado allí.
-¡Hay hasta un mini Harrods aquí! ¡Es absolutamente genial!
-Si estás así solo con el aeropuerto, ya verás cuando veas la ciudad.- las dos reímos estrepitosamente. La gente no se asombra, aquí todo siempre ha sido diferente. Nunca  eres juzgado por nadie, todo el mundo se respeta.
-En media hora pasa un bus a por nosotros para dejarnos en el hotel. Allí comeremos, ya nos están preparando todo.-anuncia Tom.- Así que por favor, no os separéis y vamos todos a la parada de taxis.
Y así obedecemos. En seguida llega el minibús. Tan solo somos 14 personas. Tom, Mikel, yo, nuestros ayudantes (el jefe tiene dos) y los acompañantes de cada uno. Noelia mira por la ventana entusiasmadamente, aunque yo haría lo mismo si fuera la primera vez que estuviera en Londres.
-Ya tendrás tiempo de disfrutar de Londres con detalle, piensa que aún te queda un mes entero para empezar las clases. Durante todo ese tiempo puedes ir a todos los sitios que quieras y conocer la ciudad en detalle, no hace falta que seas impaciente.
Por fin llegamos al hotel. A mí la verdad es que me hace mucha ilusión que justamente estemos en ese hotel porque fue el principio de mi grupo favorito. Pero esa es otra historia. Es un hotel enorme, con vistas al Palacio de Buckingham y a sólo unos pasos de Hyde Park. Se nota que es un hotel de 5 estrellas. Entramos y podemos ver como un enorme vestíbulo se abre ante nosotros. Dos días enteros allí van a ser impresionantes.
-Tenemos que pasarnos los dos días enteros aquí.- parece que Noelia me ha leído el cerebro.
-Sí, definitivamente sí. Ya tendremos tiempo para que te enseñe la ciudad enterita.
Seguimos caminando y nos llevan a nuestra suite doble. Nunca había estado en una. Es impresionante, no me esperaba esto. Parece que la suerte está de mi lado pero no sé si durará mucho.
-Voy al baño, estoy cansada del viaje y necesito una ducha.
-Ok, Luchi, luego iré yo.
Ella se mete en el baño y a los 5 minutos llaman a la puerta. Me pregunto quién será.
-Hola, ¿me has echado de menos? Sé que sí.
-Joder, ¿me quieres dejar en paz de una puta vez, Mikel? No quiero saber nada de ti, lo justo para trabajar y ya ¿vale? Esto no puede ser, te lo he dicho mil y una veces, eres un puto pesado.
-Pero quien la sigue, la consigue.
Me quedo pensando unos minutos. ¿Y si tiene razón? ¿Y si vuelvo a caer? No, imposible. Ya no es el mismo del que me enamoré. Además, no le quiero. Es cierto que nunca dejas de sentir algo por esa persona, pero no es lo mismo. No es posible, él no me quiere, yo no le quiero.
-Recuerda que quien calla, otorga.
-Eso es mentira, sabes que no soy así. Haz el favor de dejar mi suite e irte. Quiero descansar y no puedo si tú estás aquí. - le hago un gesto con la mano para que se vaya.
Cierro la puerta y me quedo pensando en la cama. Y como siempre que me quedo pensando me quedo dormida. Me despierta un estrepitoso ruido. La loca de mi amiga, como siempre, montando follón.
-Dios, que a gusto me he quedado madre de dios.
-Me has asustado tía, estaba durmiendo. ¿Has acabado en el baño?
-Sí, voy a poner a mis ONE DIRECTIOOOOON. – la miro con cara de ni se te ocurra que necesito descansar.- Bueno,  vale, mañana los pondré que ya veo yo tu cara de sueño.
Tardo un buen rato en terminar y después me pongo mis cascos y me pongo a dormir. Un poco de música clásica me ayudará a relajarme, estoy demasiado tensa y mañana será otro día. Tengo la impresión de que todo va a ir genial.


sábado, 14 de septiembre de 2013

CAPÍTULO 9

Quedo con Noelia a las 11:30 en su casa. Tengo que inventarme algo y tiene que ser rápido.
-Hola Hell. ¿Cuál era el proyecto tan importante que tendrás que hacer?
-Pues, emm, a ver cómo te lo explico…-cada vez me pongo más nerviosa.
-¿Qué ocurre?
-Es difícil de explicar. Bueno, a ver, tenemos que hacer un proyecto de proyectos. Juntar varios proyectos y hacerlo uno. No sé, es una cosa muy rara, se hace pocas veces.
-Ah bueno, entonces da igual, cosas de las vuestras.- ríe.- Bueno, tenemos que preparar todo lo que tenemos que llevar antes de irnos que tan solo nos quedan 3 días.
-4 con hoy.
-Sí, pero es domingo y no hay nada abierto y diooooos.
-Pero, no te estreses, ¿qué necesitas? Podemos llevar bastantes maletas que vamos en avión privado, te lo recuerdo. Yo tengo casi toda la ropa ya metida en la maleta y mis CDs y mis libros y la mayoría de mis cosas. Lo único que me falta es lo que vaya a comprar mañana y listo.
-Joder, pues yo no tengo nada preparado. HEEEEEELP!!
Y así nos pasamos el día preparando sus cosas, como siempre ella tan despistada.
-Eh, ¿te puedes quedar a dormir? Porfa, porfa, porfa, porfa.- mientras tanto pone cara de cachorrito.
-Me quedaría pero ya tendremos bastantes noches para dormir juntas, y sólo me quedan 3 días con mi madre. Sorry.
Los tres días siguientes pasan demasiado rápido y demasiado lento a la vez. Demasiado rápido porque hay muchas cosas que hacer y demasiado lento porque estamos deseando irnos a Londres de una vez por todas. Ella porque es el sueño de su vida y yo porque es mi tierra.
Por fin es 1 de agosto. Mi madre viene a despedirme al aeropuerto junto a mi hermana. Ella justo ha llegado hoy, espero verla pronto. Como siempre que nos despedimos, acabamos las tres fundidas en un abrazo y llorando. La verdad es que las echaré de menos, aunque espero verlas pronto. Noelia se ve en una situación parecida pero con sus padres, también están los tres llorando. En ese momento me pongo a pensar, si estuviera mi padre aquí estaría tan orgulloso de mí, de ver todo lo lejos que he llegado. Lo echo tantísimo de menos, algún día nos volveremos a encontrar, en alguna parte, lo sé. Me seco las lágrimas y me alejo poco a poco junto a mi mejor amiga. Siento como el gran cambio está a punto de llegar.
Nos subimos al avión y yo sigo ahí llorando. Pensar en mi padre en ese momento no me hizo nada bien, lo echo tantísimo de menos. Ya casi van a hacer 4 años desde que se murió. Y mientras sigo llorando me quedo dormida. Me despierta Luchi cuando estamos a punto de llegar a Londres y miro por la ventana. Puedo ver el London Eye, el Tower Bridge, el Big Ben y las casas del parlamento… Es fantástico volver.
-Mira, ¿no es maravilloso?
-Lo es.- me giro, esa no es la voz de mi amiga.
-Es tan maravilloso como tú. ¿Por qué no me das otra oportunidad? De verdad, me arrepiento un montón.
-Mikel, déjame por favor. Necesito vivir esta experiencia sin agobios. No puede ser, no podemos volver a estar juntos.
-¿Por qué? Yo pensaba que habías venido para estar conmigo.
-No, Mikel, lo siento de verdad. Sabes lo que siento, ya te lo he dicho. Y en realidad tú no me quieres, es sólo un encaprichamiento.

-Está bien, te dejo tranquila.- y a continuación me da un beso en la frente.- Pero nunca te dejaré de querer.- y justo después un escalofrío me recorre todo el cuerpo. ¿Y si yo tampoco lo he dejado de querer?

jueves, 12 de septiembre de 2013

CAPÍTULO 8

Las 8:00. He dormido de maravilla, a pesar de que ayer fue un día demasiado ajetreado, demasiadas cosas que asimilar. Me levanto llena de vida, cantando, bailando, saltando… Me da la sensación de que va a ser un buen día.
-Buenos días, mamá.
-Buenos días, Hell. ¡Qué raro que hoy no te he tenido que despertar!
-Ya, mamá. Estoy contenta, feliz, llena de vida. Y ni siquiera sé por qué estoy así.
-Ya lo veo, no paras de sonreír.-ríe.-Bueno, yo me voy ya. ¡No llegues tarde a la reunión!
-Tranquila, no lo haré.
A pesar de ser domingo y de que en mi nueva empresa no se trabaja, Tom ha decidido darme una pequeña charla sobre el nuevo proyecto. Dice que será un bombazo, que lanzará nuestra empresa más arriba que nada e incluso puede ayudar a la gente a la que debemos promocionar. La verdad es que tengo curiosidad de quién puede ser.
Ya estoy casi lista, me falta peinarme y me voy. Todavía son las 8:45 así que tengo tiempo de sobra. A las 9:00 saldré. Pongo la televisión y sale ese grupo que le gusta tanto a mi Luchi. ¿Cómo se llamaban? Ah, sí, One Direction. La verdad es que son muy monos y tienen talento, pero no sé, nunca me han llamado la atención tanto como para ser tan fan. Tal vez es por las fans y por las peleas constantes que tienen en el fandom con las beliebers y las de… esos de Glad you came. The Wanted eran, sí sí. Creo que con McFly me llega, de momento, nunca se sabe. Le envío un whatsapp a Noe para que pueda ver ese documental de su grupo favorito.
Las 9:00. Salgo y me subo a mi mini. Como aún es pronto, aparco el coche más lejos y voy caminando lo que queda hasta la empresa. Siempre me ha encantado caminar mientras escucho música con mis cascos. Es tan relajante.
Llego a la empresa, apenas hay gente. Están Tom y unas cuantas personas más.
-Hola, te estaba esperando, aunque llegas bastante pronto.
-Sí, estaba impaciente por saber cual era este proyecto.
-Bueno, es muy importante que no le hables a nadie sobre el proyecto. A NADIE.
-¿Ni siquiera a mi madre ni a mi mejor amiga?
-Ni siquiera. Yo tampoco se lo he contado a mi mujer.
-Si tan importante que no le cuente del proyecto a nadie, ¿de qué se trata? Debe ser algo gordo.
Tom se queda pensativo unos instantes y entonces me dice:
-Bueno, ¿sabes quienes son One Direction no?-asiento  con la cabeza.- Bueno, pues nos vamos a convertir en sus nuevos patrocinadores poco a poco. Primero empezamos con el nuevo libro que van a sacar y después continuamos con la colonia, a continuación el CD… Además, ellos están encantados porque están cansados de trabajar con Modest. Constantemente quieren cambiarlos y en nuestra empresa no funcionamos así. Aquí dejamos que el artista decida lo que quiere hacer, aunque también en su justa medida. No dejamos que hagan todo lo que quieran pero tampoco intentamos cambiar su manera de ser.
-¿En serio One Direction? ¿Y no le puedo contar esto a nadie? Va a ser difícil. Pero, joder, es alucinante.-Tom me mira.- Perdone por el joder, es que estoy flipando. No me esperaba esto ni mucho menos. Que son la boyband del momento…
-Parece que eres fan.-se ríe.
-Que va, pero es flipante. Demasiado. ¿Seguro que no hay ninguna cámara oculta? O sea, no soy fan, pero algunas canciones si me gustan.
-Te lo has tomado mejor que dos que participan en el proyecto y no sé qué pasará cuando lleguemos a Londres y los vean por el edificio que tenemos allí.
-Y por cierto, ¿cuál es mi función en el proyecto?
-Pues debes socializar con ellos más que nadie, porque más o menos eres de su edad y pareces muy sociable. Debes hacer que se sientan cómodos en la empresa, ayudarlos en sus decisiones, componer con ellos (supongo que podrás por todos los estudios musicales que tienes) y llegado el momento tal vez te tengas que ir de gira con ellos.
-¿En serio? ¿Yo viajando por todo el mundo con la banda del momento?
-Sí Helen, sí. ¿No te gusta la idea?
-Me encanta pero buff, es demasiado para asimilar en tan poco tiempo. ¿Algo más que deba saber?
-La verdad es que no. Bueno, tengo aquí los billetes para darte y los dos primeros días nos quedaremos en el Intercontinental de Londres ¿vale?
-Vale, perfecto. ¿Entonces ya nos vemos el 1?
-Sí, no lleguéis tarde, vamos justos de tiempo.
-Entendido, no hay problema. Chao, nos vemos pronto.- le sonrío.
-Lo mismo digo.- Tom hace lo mismo.

Y así me voy a mi casa, pensando lo que le diré a Noelia, porque no le puedo contar esto por dos razones: una porque es secreto el proyecto y dos porque se volvería loca al enterarse de que voy a conocer en profundidad a su grupo favorito. Demasiado tengo que pensar.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

CAPÍTULO 7

Ni siquiera decido ir al resto de entrevistas que tenía planeadas. Llamo por teléfono para avisar de que no iré, estoy demasiado segura de haber aceptado el trabajo.
El resto de la tarde transcurre tranquila, sin percance alguno, así que vuelvo a mi casa, me dispongo a planificar lo que haré hasta el 1 agosto. Quedan apenas 4 días y tengo muchas cosas por preparar. Lo primero es decírselo a mi madre, tal vez no le haga mucha gracia.
Me dedico a pasar la tarde comprando algo de ropa por Barcelona, y a hacer la compra para la casa de mi madre. Cuando termino ya son las 20:30.
Llego a mi casa y allí está Alessia a punto de irse.
-Bueno, ya lo he dejado todo preparado, si quieres hago la cena también.
-No hace falta, Alex. La haré yo, le tengo que contar a mi madre algo importante y se lo tomará mejor si yo he hecho la cena.
-Vale, vale. Y… bueno, ya sé que no es de mi incumbencia pero… ¿qué es?
-Pues en 5 días me voy a Londres a trabajar.
-¿En serio? Eso es genial, aunque te voy a echar de menos.
-Sí, yo también a ti. Pero me encanta la idea de irme a trabajar a Londres, lo echo tanto de menos.
-Normal. Yo también echo de menos mi Florencia natal, o en general Italia. Es como una…
-Morriña diría yo. También echo de menos mi Galicia de la infancia, pero como Inglaterra no hay nada para mí.- cuando era pequeña vivía en Galicia, hasta casi la etapa del instituto, exceptuando dos años que fueron los que vivimos en Barcelona sin contar los de la carrera.
-Bueno, me tengo que ir que se me hace tarde. ¿Mañana nos vemos no?
-Sí, mañana nos vemos.- respondo con una amplia sonrisa.
-Entonces, hasta mañana.- está a punto de salir.
-Hasta mañana, Alex.
Son las 20:50. Me dispongo a hacer la cena, en unos minutos llegará mi madre. Creo que el marisco gallego que he comprado le encantará. Así se tomará las cosas con más calma. Oigo como las llaves tintinean en la puerta. Por fin consigue abrir.
-Hola, Hell. ¿Qué tal te ha ido?
-Hola mamá. Ahora te cuento cuando cenemos, vete haciendo lo que tengas que hacer mientras termino la cena.
-Huele realmente bien.- olfatea un poco para saber lo que es.- ¿Es marisco sino me equivoco?
-Sí, mamá. Lo he comprado pensando en ti.
-Que rico, espero que lo cocines bien eh.
-Sí, mamá, tu tranquila…
Mientras mi madre se ducha y se pone cómoda, yo termino de hacer la cena. Cuando ella termina ya está todo puesto en la mesa y nos disponemos a cenar.
-A ver cuéntame ahora Hell.
-Bueno, he hecho tres entrevistas sólo.
-¿Y eso por qué? ¿No ibas a hacer 5 ó 6?
-Pues no, porque he tenido suerte.
-¿Cómo? ¿Te han cogido en algunos de los trabajos?- pregunta mi madre entusiasmada.
-Pues sí, mamá. Pero hay una parte buena y otra mala.
-Ya sabía yo que esto no podía ser tan fácil.
-Bueno, la buena noticia es que me han dado el trabajo. La mala es que… bueno, ¿te acuerdas de Mikel?
-Sí, me acuerdo. Aquel chico de 20 años con el que estabas cuando tú estabas a punto de cumplir los 16 ¿no?- a mi madre esa relación no le gustó mucho por ese motivo.
-Sí, mamá. Pues él me entrevistó junto a más personas. Bueno, pues voy a trabajar con él…en Londres.
Mi madre se queda patidifusa en ese instante. Creo que no se lo puede creer. Tarda un buen rato en hablar y entonces dice:
-¿Cómo que en Londres? ¿Con él? ¿Cuánto tiempo? ¿CUÁNDO TE VAS?
-Me voy en 5 días y sí, con él. Pero también más gente. Es en Londres y no sé cuánto tiempo. Mañana mi nuevo jefe me explica todo el proyecto pero tranquila, me voy con Noelia que a ella le han dado la beca para ir a estudiar allí, así que viviremos en la casa de allí y sin problemas ¿no?- ese último no lo digo esperando un grito de mi madre, pero ese grito no llega.
-Bueno, está bien. Yo me iré a Cartagena con la abuela y bueno… está la prima allí también y conoces a mucha gente.- sí, tengo familia en todos lados, no sé cómo lo hago.- La única cosa que quiero es que no vuelvas a caer en sus redes.
-No lo haré mamá. Ya sabes que ya no soy esa niña inocente que era.
-Lo sé. Por cierto, la comida muy rica y de verdad me alegro que puedas volver a Londres, aunque te echaré mucho de menos.- se le pone un nudo en la garganta y se le saltan las lágrimas.
-Sabes que siempre puedes venir mamá, pasará todo volando, no te preocupes.- Me levanto y la abrazo.

Y así pasamos el resto de la cena, hablando de varios temas y mi madre se obsesiona con que me tengo que organizar que no me puede faltar nada cuando me vaya. Al rato me voy a la habitación, estoy demasiado cansada. Justo cuando me voy a poner a dormir me llega un WhatsApp. Es Noelia: “Tía, mis padres me dejan irme. Esto es genial.” Yo le contesto: “Mi madre se lo ha tomado bastante bien también. Recuerda que nos vamos en 5 días, hay que prepararlo todo muy bien.” Noelia: “Ya lo creo, va a ser una de las mejores experiencias de nuestra vida. Mañana hablamos que me voy a dormir.” Yo: “Sí, yo también. Mañana tenemos que empezar a prepararnos. 5 days to go”. Y así me duermo, feliz, sin preocupaciones ni incertidumbres. Y sin saber la de cosas importantes que me van a pasar, porque lo que tenga que pasar, pasará.